
En la mañana del 01 de enero de 2010, dormitaba alegremente cual morsa cuando escucho que algo golpea la ventana, una vez más al borde del paro cardíaco corro la cortina intempestivamente y la veo allí maullando y pretendiendo abrir la ventana con su patita blanca.... ahhhhh que ternura, la eché golpeando el vidrio y explicándole que no podía quedarse, que no tenía tiempo de mascotas.
Nunca más volví a saber de ella hasta hoy cuando dormía sobre el cantero de la ventana de la cocina escapando de la lluvia (ya sé cómo murieron las alegrías del hogar que tenía allí plantadas)... esta vez no pude, le dije "Flora, no puedo comprometerme a una relación ahora, apenas puedo cuidar de mí, espero que entiendas cómo me siento" Sin embargo le dejé un cuenco con leche y cerradas las ventanas.
Ya no llueve, pero ella sigue durmiendo en el marco de la ventana de mi pieza, creo que acabo de condenarme a tener una mascota.
Viaje de soma
No hay comentarios:
Publicar un comentario
a ver que tenes para decir...