martes, 12 de enero de 2010

Y ahora me lo venís a decir!!!!

Un día, después de Dios sabe cuántos días de espera, mi novio me dijo que no me quería más... bah, que me quería pero no como antes, o sea: ya no me amaba.
Un mes depués, dos reconciliaciones efímeras, muchas lágrimas y mocos a granel, hay algunas cosas de las que me voy dando cuenta:
1- Tener un reloj programado para que prenda y apague la lámpara del comedor es el signo más evidente de que: a) estoy completamente sola b) no estoy nunca en casa
2- Trabar por la noche la puerta de entrada con un sillón de cuatro cuerpos significa que todavía tengo miedo de dormir sola (afortunadamente hoy coloco otra cerradura... el sillón pesa mucho)
3- Abrazar a la otra almohada de noche significa que todavía lo extraño
4 - Esta crisis sirvió para darme cuenta que mis amigos/as están más cerca de lo que pensaba a pesar de que soy una pésima amiga y nunca los llamo
5- Esta crisis sirvió para darme cuenta de que realmente quería a mis suegros (aunque parezca imposible... eran re copados)
6- Todos tienen (especialmente mi familia) una compulsión incontrolable por querer mantenerme aunque ya les expliqué y demostré matemáticamente que puedo hacerlo sola... creo que sólo resta aprovecharme de esta situación un tiempo y comprarme más zapatos
7- Que este post está siendo desgarradoramente honesto y poco gracioso
8- Que mi aparato digestivo también está triste / enojado y que mi estómago lo manifiesta todas las noches
9- Que pensaba que salir a andar en bicicleta sola era un signo de que no lo necesito, aunque sólo es la sublimación de una actividad que podríamos compartir y la fantasía de que nada ha pasado
10- Que este duelo va a ser terriblemente lago... mierda mierda mierda



Viaje de Soma, con el corazón lleno de agujeritos

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